viernes, 4 de julio de 2008

LLUVIA ROJA

Un insecto duerme en el útero de una flor. Es un escarabajo color plateado. Los circuitos de la corola de su madre encienden melodías sagradas. Algunas luces brillan y luego se apagan en el vientre de la rosa madre. Mientras tanto el escarabajo sigue sumergido en un sueño casi eterno. Pero su alma espera el alba de la vida. La rosa madre contrae sus pétalos para atraer las gotas de rocío, que fulguran espejismos mágicos en su piel. El viento no se cansa de traer tormentas de sangre; Cristo llueve en el jardín automático. Cada gota de sangre contiene un mesías muerto, un mundo de promesas no cumplidas. Y el escarabajo duerme en el vientre de la flor. Y un canto de lluvia viene a su pubis infinito. Y un lamento que susurran los tiempos cibernéticos se pega a sus pétalos como un mundo de perlas plateadas.
Un insecto duerme en el útero de una flor. En el útero de una rosa color rojo sangre. Mientras tanto la sangre de Cristo, llueve.

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